Nombre de Personaje: Melamori Blimm
Edad: No lo recuerda
Sexo: femenino
Soy...: Pirata
Nacionalidad: No lo recuerda
Pertenencias: Únicamente lleva una bonita daga de plata y un colgante en forma de copo de nieve.
Alineación: Neutral/Bueno
Descripción física:
- Cabello: Corta melena de color negra. Tiene brillos azulados.
- Ojos: Grandes y grises, cargados de sentimientos.
- Contextura: Pequeñita, en todos los aspectos. Su rostro es el de una niña, tiene las manos pequeñitas.
- Altura: 1,50, clavado.
- Ropa: Una camisa de manga corta, de color blanco. Le va un poco ancha, pero el borde está escondido bajo el pantalón, lo que la hace quedar algo holgada. Lleva también unos pantalones negros, bastante largos y anchos, tambien metidos por dentro de las botas. Las manos las lleva cubiertas por unos guantes, también negros. Los pies los lleva cubiertos con unas botas que, aunque no lo parezca, son extremadamente pesadas... ya que la puntera es de hierro.
- Otros: Tiene una pequeña marca de nacimiento en la nuca. También una pequeña cicatriz en el costado izquierdo; una quemadura.
Descripción Psicológica: Bastante distante. Normalmente está bastante confusa, aunque no le gusta reconocerlo. Le cuesta congeniar con los demás y hacer amigos. Aun así, siempre está dispuesta a ayudar a los demás. Pero bajo esa fachada de hielo, se esconde una persona bastante opuesta a su manera de ser, que muchas veces le da la tabarra.
- Fobia(s): El fuego es su mayor temor. También, aunque no lo reconozca, teme al olvido.
- Aspiraciones: La mayor aspiración de su vida es, simplemente, vivirla. Tan solo tenemos una vida, y hay que aprovechar cada segundo que esta nos ofrece...
Historia: Realmente, no recuerda nada de su pasado. Las únicas imagenes que mantiene en su memoria, son vagos flashbacks en los que aparece fuego, mucho fuego. Cada vez que piensa en ello, un terrible dolor interno la sacude, y le provoca dolores de cabeza. Ni si quiera recuerda su nombre, o su edad. Lo único que recordaba a parte de aquello era un nombre: Melamori Blimm. No sabía bien si era su nombre o no, pero decidió agenciárselo...