[PÚBLICA] El encuentro con la marina...

Llego a una callejuela sin salida, y veo a unos dis marines cerrandome la salida y mis puños se prenden en llamas... los marines retrasan un poco su posición, peor al escuchar una orden siguen avanzando, algo miedosos y con un golpe en el suelo, tres marines caen, ardiendo sus ropas rápidamente, mientras salen corriendo gritando, y en mi rostro se dibuja una sonrisa y empiezo a avanzar, para salír de ahí.

Me interpongo en su paso amenazándole con la espada.

- Te has pasado Trendy... - susurré entrecerrando los ojos. - ¡Casi le abres la maldita cabeza!

Entonces, aparece una capa en el aire. Es blanca, y se desplaza hasta ponerse delante del pirata.
-¡Hey!-Dice Troyandark apareciendo delante del enemigo. Sus gafas observan al pirata.-¡Te has recuperado rápido! ¿Te mandó a hacer un viajecito por encima del mar?-
Observa la situación. Una capitana desmayada y soldados por todos lados. Una especialmente herida.
-Dije que no me tocaráis al rey de los piratas... pero bueno, mejor. Más que nada porque así se hace más fuerte y bueno, ¿Cuantos kilos te van a caer por tumbar a la capitana Ira Tenax? ¿Tu que crees?-
Y entonces da un sorbo a su bebida, una tacita de té que acababa de aparecer de la nada.
-Bueno... ¿Por donde íbamos?-

Agarro la espada con la mano, que empieza a sangrarme, y comienzo a doblar el filo de su arma, girandola totalmente, colocandola en dirección a su rostro, y la suelto, con la mano toda ensangrentada.
-No tengo nada que hablar contigo... así que dejame... o lo pagarás caro...
Le doy un empujón y la tiro al suelo, prosiguiendo mi camino cuando me encuentro a Troyan.
-Déjame enpaz... no tengo ganas de pelear ahora... y por esa... perdedora... creo que sólo pondrás 50B más por mi cabeza...
Rodeo a Troyan y sigo mi camino, aún rabioso...

- ¡¡Trendy!! - gritó girándome con el ceño fruncido

Miro hacia arriba y veo al Almirante Troyandark. Me tenso y le saludo militarmente.

- A sido mi culpa Señor... - dije agachando la mirada, avergonzada.- Le vi rondando por Longuetown y... - cerré los ojos con fuerza, había metido la pata hasta el fondo. Por mi culpa, mi más admirada Capitana estaba herida gravemente

-Pero que puñetas pasa aqui??- me pregunto.

Una chica llevaba una espada doblada y hablaba con un hombre ataviado con una capa. A sus pies, tenian los cuerpos de soldados de la marina y entonces me di cuenta de mi error.

-Mierda -pense-, pero quien me mando meterme en esto? espero que no descubran que soy pirata...

-Oh, vamos soldado-Dijo mirando a la soldado-No se preocupe por eso. Ha hecho lo correcto. A visto a un imbécil que va a los cuatro vientos diciendo que es pirata y lo ha seguido. Mal iriamos si lo hubiera dejado escapar. Y bueno, la capitana ha mostrado ser algo débil por un pirata de poca monda. Quizás es que no es de tanta poca monda... si me disculpa.-
Desaparece y aparece flotando a pocos centímetros de la cabeza de Tendry, el cual está en una calle yendo hacía el muelle.
-¡Muestra más respeto, capullo!-
Y de una patada brillante que nadie puede llegar a observar lo manda directamente al agua.
-A ver como te escapas de esta...-Dijo con una sonrisa mirando a la recién llegada, y apareciendo a su lado.
-Oye, dejaré escaparte esta vez, pero ves al que acabo de lanzar al agua, mejor vas a rescatarlo, que no sabe nadar.-
Y vuelve a desaparecer sin que la chica pueda ver nada.
-Tu, alférez... lleva a la capitana y a los heridos al barco de la marina e id inmediatamente hacía Loguetown.-Dice dirigiéndose a Julianne mientras hace aparecer de la nada una silla, y se sienta en ella, mientras se toma un sorbo de té.

Sigo caminando, sin preocuparme por nada, cuando escucho un movimiento de aire a mi lado, y antes de girarme noto un golpe en la barbilla y antes de darme cuenta me veo chocando contra el agua y empezandome a hundir, intentando agarrarme a algo, para no ahogarme, mientras movia rápidamente los brazos, intentando nadar, pero era inútil e intentaba no ahogarme, moviendome rápidamente...

Miro hacia atrás preocupada con las pupilas contraidas.

- S... Señor Almirante, ¿no ha sido excesivo tirarlo al agua si no sabe nadar? - dije pegándome mentalmente por contradecirle. - Lo... Lo siento, no debí haber dicho nada. - concluí tras hacerle una reverencia y salir corriendo hacia la Capitana.

Cogiéndola por debajo de un hombro la lleve caminando hacia el embarcadero donde estaba el majestuoso barco de los Marines

- pero bueno!!!- grité al hombre de la capa.

corrí hacia el agua y me lancé de cabeza. 'por favor, que esté bien' pensaba una y otra vez. Al final lo encontré, inerte a unos pocos metros de donde me encontraba. Nadé con todas mis fuerzas y llegué a su lado. 'menos mal, le late el corazón' pensé. Entonces con las pocas fuerzas que me quedaban, lo saqué a la superfície.

-Nah, mala hierba no muere. Te digo que ese vuelve. Por eso te digo que vayas rápido antes de que ese sin-cabeza vuelva aquí cabreado.-Dice sorbiendo lo que le falta de su té. De re-ojo, observa a la chica pirata que se va detrás del otro pirata.

Tosí fuertemente, sacando algo de agua por la boca, y abrí los ojos lentamente mientras miraba a mi salvadora.
-Gracias... quién eres?
Le pregunté algo confuso, mientras me levantaba y veía a los lejos a Troyan, sentado en una silla y me levanté por completo prendiendo mi puño de rabia, pero decidí quedarme dónde estaba, no podía vencerle... y me sente nuevamente, mirando a la chica, esperando su respuesta...

- me llamo ayame, y tu? - le pregunté mirandolo fijamente.

El hombre de la capa me daba mala espina, todavia seguia sentado en una silla en medio de la calle.

- que narices has hecho para que ese tio te echara al agua? -pregunté al chico que acababa de salvar.

Volví donde estaba el Almirante Troyandark y me tensé a su lado.

- La Capitana Tenax ya esta en el barco señor Almirante. - dije con voz dura mirando sin mirar al frente. En cima mis hombros ya no estaba la camisa, si no una chaqueta de manga larga blanca con el emblema de la marina. En mi mano derecha seguia brillando la garra de acero envenenada y de mi cintura colgaba la vaina de mi espada, vacía. - Zarparemos cuando usted lo ordene.

-Yo soy Trendy... encantado...
Suspiré al escuchar su pregunta y baje la cabeza.
-Nada... no es nada importante...
Me levante, mirando el mar, que aún contenía restos de mi barco destruido, y mi puño se cerro rápidamente, y me giré, caminando hacía Troyan, y le agarré del cuello.
-Estúpido... por culpa de tus páteticos ayudantes no tengo barco!!
Vacilé si golpearle o no, pero decidí no hacerlo y le solte con desprecio, esperando su respuesta a mi acción...

'Mejor lo dejo en paz' me dije a mi misma. Seguro que a mi tambien me molestaria que me lo preguntaran...
Entonces miré al monton de madera rota que flotaba en el agua. Cuando me di cuenta, Trendy ya estaba al lado del hombre con capa, agarrandolo del cuello.
- Pero tu estas loco?!? -grité. - Dejalo! Estas muy debil!!
Vi como lo soltaba lentamente, aunque no fue por mi grito, aun estaba pensativo.

-Vale... eres más tonto de lo que parecía...-
Y le suelta una patada en el estomago que lo vuelve a lanzar al agua.
-Es cómico incluso...-
Después se gira hacía Julianne.
-Id tirando, si yo he venido en mi propio transporte.-

Noto la patada de Troyan y me agarro a una farola del embarcadero, y me golpeo contra el borde del puerto, jadeando, y me levanté, escupiendo sangre me acerqué nuevamente hasta el hombre y le golpée con mi puño, intentando prenderlo, pero estaba demasiado débil y mí golpe no le hace ni moverse, cayendo al suelo desmayado.

- Si señor. - dije haciendo una reverencia. Me quedé en esa posición unos minutos mientras mis puños se cerraban con rabia. Desde mi cabeza agachada veía a Trendy desmayado al suelo. Levanté la cabeza de nuevo y girándome caminé hacia el barco de la Marina.

-Bah... penoso...-
Lo agarra por la ropa y se lo lanza a la pirata.
-Tu, coge a este de aquí y llevatelo. Qué como le dije, solo pienso cazarle cuando sea el rey de los piratas.-
Acto seguido se vuelve a sentar y vuelve a sorber de su té.

- Vaya ideas que tienes!! - grité a Trendy, que yacía desmayado en el suelo.
El hombre de la capa lo cogió y me lo lanzó. Entonces pasé su brazo por mi hombro y me lo lleve a mi casa, que no estaba muy lejos de allí.